Está demostrado el efecto que la luna ejerce sobre los océanos y mares, sobre las plantas y los cultivos, se ha demostrado incluso que sobre los humanos ejerce una influencia. De hecho si vemos lo que la luna hace con las mareas, ¿Qué no hará la luna con nosotros que somos un 75% agua?
Aquí vamos a hablar sobre la madera cortada de acuerdo con la luna, ya que los árboles también tienen muchísima agua dentro. Y por esto, corren varias ideas de que la luna menguante ayuda a contraer la savia del árbol, esto hará que la madera se seque mucho más rápido.
Cortar madera en luna menguante
Se afirma por ciertos carpinteros, ebanistas y forestales que el mejor momento para talar un árbol es en la luna menguante de enero y febrero. Ya que para esas fechas determinadas el frio y la poca luz ayudana contraer la savia del árbol. Esta cosa hace que el secado del árbol sea más rapido de lo normal.
Por otro lado existen teorías que después hay que dejar el árbol caído con la copa en el suelo y levantar la base del tronco, para que, el agua circule desde la base del tronco hacia las ramas y de estas hacia las hojas, de esta manera el secado del tronco (donde está la madera que queremos utilizar) es más rápido.
Lo cierto es que no hay ningún estudio que afirme esta teoría de la madera cortada de acuerdo a la luna, por ahora, ninguna universidad se ha puesto a estudiar esta teoría, lo cierto es que, son la gente del sector las que afirman este efecto de la luna ejercido en la madera. Y viendo el efecto que tiene la luna en la naturaleza, no sería de extrañar que esta teoría esté en lo cierto.
Secado de la madera cortada
La madera se considera que tiene un porcentaje de humedad aceptable para ser trabajada cuando el valor esta alrededor de un 11%. Para conseguir este valor debemos prestar atención al secado de la madera cortada.
Después de talar el árbol, normalmente, se cortan las ramas y tan solo se deja el tronco (a diferencia de lo comentado anteriormente), el tronco se deja a la intemperie durante al menos 30 días para las maderas blandas como puede ser la paulownia o el abedul. Y dependiendo de la dureza este tiempo de secado al exterior aumentará progresivamente.
Después de este proceso, como la madera aunque esté cortada es un elemento vivo y reacciona a los cambios de temperatura, hay que transportarla al interior donde la vamos a empezar a procesar.
En el interior es recomendable que pase otro mes y una vez comprobemos que la temperatura del tronco es alrededor de un 11%, ya podemos empezar a trabajarla.
Casos extremos de secado
Existen secados extremos, tremendamente largos, como el que realiza Rafael Marijuán un luthier de Torrelaguna, que asegura trabajar con maderas de más de 15 años de secado para sus instrumentos. Claramente, esto es una excepción pero también una realidad.