Actualmente, la opción de decantarse por un suelo de composite para el exterior gana puntos frente a la alternativa más conocida, la tarima de madera. Él porque es muy sencillo. ¿Qué buscamos en una vivienda?
Una de los principales quebraderos de cabeza es el mantenimiento, sobre todo si vamos a tener materiales en la intemperie expuestos constantemente al sol y al agua de las lluvias.
De todas formas, no todo son puntos a favor, así que a continuación veremos las ventajas e inconvenientes que tiene la tarima de composite vs la madera maciza.
Composite, la madera tecnológica
El composite, conocida comúnmente como la madera tecnológica, es un compuesto de fibras de madera y polímeros. Estéticamente estaríamos ante una apariencia muy similar a la madera tradicional que todos conocemos, aunque esa base polimérica le confiere una gran resistencia frente a la incidencia del sol, el agua, a las heladas y demás cambios bruscos de temperatura.
Por el contrario, estaríamos hablando de un material con componentes plásticos, es decir, poco responsable ecológicamente hablando. Que además, de sufrir cualquier rotura las opciones con las que reparar dicha pieza serán limitadas.
Debemos descartar la opción de lijar y barnizar, y en el peor escenario, tocará reemplazar la pieza, siempre y cuando el fabricante todavía no haya descatalogado el modelo.
Además, el composite alcanza altas temperaturas, siendo un hándicap si queremos ir descalzos sobre el suelo deck. Y por último, de estar expuesto a posibles manchas con aceites o productos calientes, debería aplicarse un tratamiento previo para que las manchas no penetren.
Por lo tanto, vemos que la madera de composite es un producto interesante como alternativa a la opción tradicional, la tarima de madera maciza, aunque que tiene ciertos hándicaps que deberían contemplarse antes de tomar una decisión.
Composite Reciclado
Por otro lado, y tras años de investigación, se han logrado resultados más que satisfactorios en lo que respecta a la madera de plástico reciclada, conocida en inglés como Wood Plastic Composite (WPC).
La principal variante del composite vs la madera es que las fibras de madera son recuperadas y los plásticos reciclados, por lo que estaríamos ante un material más responsable respecto al medio y a su vez más sostenible.
De ahí a su gran expansión de mercado estos últimos años, aunque en EEUU, Asia y en algunas zonas del norte de Europa llevan utilizando este material desde hace más de 10 años.
Por lo tanto, en esta segunda versión más ecológica, estamos ante un material totalmente reciclado, que presenta una calidez muy parecida a la madera natural, que no se agrieta, ni se pudre, ni se astilla, y que por su versatilidad se adapta a la perfección en todo tipo de revestimientos, fachadas, elementos estructurales y mobiliario urbano que muy probablemente encontraremos en espacios ajardinados, en terrazas o en piscinas.
Tarima de madera maciza
Los años pasan y las alternativas avanzan, aunque los enamorados de la madera siempre dirán que en la tarima maciza de exterior transmite una naturaleza y en él se palpa un tacto y un sentir que otros materiales no tienen ni nunca tendrán. Por lo tanto, estamos ante la primera ventaja, que no es otra que su apariencia natural.
Sí que es verdad que el suelo de exterior de madera, requiere de un mayor mantenimiento para evitar que la humedad y los insectos la deterioren.
Ahora bien, si no vamos a disponer de tiempo o de los recursos que se requieren para cada 1-2 años hacer el mantenimiento correspondiente, entonces la mejor opción será descartar el suelo de madera maciza.
En cambio, de poder y querer dedicarle tiempo al mantenimiento casi anual, podríamos tener una tarima de madera con una vida útil muy parecida al composite, sobre todo si se emplean maderas como el Ipé o el Cedro, cuya resistencia a la humedad es muy buena. Si optáramos por maderas tropicales, al margen de disparar el presupuesto, multiplicaríamos la resistencia.
Y de vivir en zonas cuya humedad es baja, una alternativa a las maderas mencionadas sería el abeto, el pino o la paulownia con un tratamiento autoclave o cuperizado (tratamiento que mejoras las propiedades naturales de la madera). Estamos hablando de maderas blandas más económicas que los suelos deck de composite.
Por el contrario, con la tarima de madera nos exponemos a que pueda ser atacada por insectos, si la prevención no es la adecuada. Muchas veces, fruto de la desatención o el descuido, puede que el mantenimiento no se aplique y el riesgo aumente, aunque siempre quedará la solución de emplear una madera resistente por naturaleza a este tipo de ataques.
Y por último, debemos nombrar el posible cambio de tonalidad a la que se expone cualquier madera al exterior. Para muchos, al ser un proceso natural, no se valora negativamente y hasta puede llegar apreciarse por la naturalidad en como lo hace.
Ahora bien, si hay que cambiar una pieza, el cambio de color puede ser que deje de gustar como lo hacía anteriormente, aunque será cosas de días que las tonalidades se vayan igualando.
¿Qué opción escogerías: composite vs madera?
Y ahora que ya hemos acabado, vosotros porque opción os decantáis? Por el composite (madera tecnológica) o por la tarima de madera maciza. ¿Sois de aplicar un mantenimiento constante o preferís olvidaros de ello?